jueves, noviembre 23, 2006

A una Mujer


No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón,
no hay que estar triste si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga.
Porque la nube estará ahí, constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo -pero por qué nombrar el polvo y la ceniza-.
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.
Sólo dura lo efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga, esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos, y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin grito de agonía, las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo, no nos movemos del terror y la delicia, y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del balcón, cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.
No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer que se nace o se muere, cuando lo único real es el hueco que queda en el papel, el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.

“A una mujer” Julio Cortázar

miércoles, noviembre 22, 2006

Dian Fossey, la más feroz de las conservacionistas




Dian Fossey , San Francisco, 16 de enero de 1932. Esta zoologa estadounidense realizó una reconocida labor científica y conservacionista con los gorilas de la cadena montañosa de Virunga, en la parte de Ruanda y la República Democrática del Congo.
Se graduó en terapia laboral en el San Jose State College en 1954 y después de trabajar varios años en un hospital de Kentucky, se sintió motivada por el trabajo del destacado zoologo George Schaller que se dedicaba al estudio de los gorilas.

Fossey viajó a África en 1963. Allí observó a los gorilas de las montañas en su hábitat natural y conoció al antropólogo británico Louis Leakey, quien le haría ver la importancia del estudio de los grandes simios para comprender la evolución humana.
Gracias al apoyo recibido por la National Geographic Society y la Fundación Wilkie Fossey tuvo la oportunidad de trabajar en Zaire. Pero pronto la agitada y delicada situación política del país la forzaría a trasladarse a Ruanda para continuar sus investigaciones.

Fue su paciencia y su meticulosa observación de los gorilas lo que le permitieron comprender e imitar su comportamiento, ganando paulatinamente la aceptación de varios grupos. Aprendió a reconocer las características únicas de cada individuo, llegando a tener con ellos una relación de confianza y afecto.

Karisoke, su lugar de estudio, se convirtió en centro internacional de investigación sobre los gorilas cuando ella fundó el Centro de Investigación de Karisoke en 1967, y en 1974 recibió el grado de doctora en Zoología por la Cambridge University.

En 1983 se publicó Gorilas en la niebla, un libro que expone sus observaciones y su relación con los gorilas en todos sus años de estudios de campo. Fossey tuvo en sus 22 años de estudio con gorilas que combatir contra los cazadores furtivos, los cuales estaban llevando a los gorilas a su extinción.

Desfortunadamente, en por su extraña fascinación hacia estas magníficas bestias, muchos la rechazaron y la persiguieron, pues la consideraron una persona inestable que prefería el contacto con gorilas que con seres humanos. Ante esta conducta fue perseguida y sin causa aparente apareció brutalmente asesinada en su vivienda de Karisoke, el 27 de diciembre de 1985. El crimen no ha sido aún resuelto, no obstante se cree que fueron un grupo de cazadores furtivos

martes, noviembre 21, 2006

Las oportunidades hay que atraparlas




El Almuerzo de los Remeros, de Pierre Aguste Renoir.
No sé por qué pero me gusta este cuadro.
Lo más difícil de plasmar son las miradas, sí, sobre todo cuando las miradas no son claras ni sinceras. Ocurre algo parecido en la vida real, las miradas que no son limpias, no son sinceras son las más difíciles de captar.
En el centro, se encuentra una chica que es diferente a los demás, está como ausente. Es la chica del vaso de agua...parece que está esperando a que ocurra algo...las oportunidades hay que ataparlas de prisa, sin dudar, porque normalmente, las buenas, no se presentan dos veces.

martes, noviembre 14, 2006

Me gusta mi vida


Me siento bien, sí, estoy contenta y me gusta lo que me rodea, bueno casi todo, pero lo feo y desagradable lo suelo apartar de mi lado. Siempre he creido que la gente que me rodea es buena por naturaleza, no quiero pensar que van con malas intenciones, si no no tendría mucho sentido vivir. Si vas pensando que te quieren dañar es un sufrimiento contínuo. La gente de mi entorno me quiere y yo a ellos también.


Ya no tengo más que decir por hoy. Otro día más.