sábado, octubre 14, 2006

Lost in Translation


Aquí vuelvo de nuevo al ataque, como mujer luchadora, constante y que puede llevar a cabo, y eso lo sé, cualquier cosa que me proponga.

Aunque a veces me venga abajo, me derrumbe por pequeñas decepciones e infortunios de la vida, necesito creer que todo va a salir bien, que esos sentimientos que tan difíciles son de ponerles palabras (en mi caso por pura cobardía) algún día aflorarán y me harán ser quien realmente soy. Sé que soy muy complicada y a veces bastante hermética en lo que respecta a mis más profundos sentimientos hacia el otro, pero eso no significa que sea un bloque de hielo, nada que ver.

Lo peor de estas experiencias es que a veces me llegan a afectar mucho a mi tarea cotidiana e incluso me hacen dudar de mí misma, de lo que realmente soy y de lo que quiero. Dudas, dudas, malditas dudas... "Nuestras dudas son traidoras y nos hacen perder lo bueno que a menudo pudiéramos ganar, por temor a intentarlo" palabras de Shakespeare, y que razón tenía.


Independientemente de las dudas voy a seguir hacia adelante, abriéndome paso, luchando por ti, porque muy en el fondo algo me dice que vale la pena seguir. Además la luna está menguando, sí, y eso significa que se llevará todas las tristezas con ella, dejándome con un momento de expansión aún por explotar.

Necesito que una deplorable crisis de entusiasmo se apodere de mí, necesito que el el síndrome de Stendhal se adueñe de todo mi ser. En este mismo instante quiero gritar... ¿Dónde estás?

2 Comments:

Blogger Logan said...

Yo sé bien qué es no poder expresar con palabas sentimientos que sabemos que deberíamos decir. Sin embargo, a golpes (como todo en esta vida) estoy aprendiendo a no quedarme nada por dentro, a decirlo todo, a expresarme con total claridad aunque me traiga quebraderos de cabeza el hacerlo.

A veces el miedo nos paraliza, nos hace retroceder a un estado deplorable, alguien dijo que el amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor ahuyenta el miedo; sino también a la inteligencia, la bondad, cualquier pensamiento de belleza y verdad; hasta que sólo queda la desesperación muda y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.

Yo he sentido miedo muchas veces, incluso todavía lo siento. "Siento miedo de tu miedo" es la frase que resuena en mi cabeza en los momentos que tengo miedo, porque una pareja es cosa de dos.

Sé que es un sentimiento humano el sentir miedo, pero recurramos a las canciones: "La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí. Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar" (S. Rodriguez - Oleo de una mujer con sombrero).

Lo que necesitas ahora es encarar a la vida y echarle la mejor de tus sonrisas, coger el toro por los cuernos y hacerte con la situación: nuestras vidas las controlamos nosotros. Fuerza ese síndrome de Stendhal que dices que necesitas, maravíllate ante la vida y las miles de posibilidades que te brinda, la vida es puro arte, cada segundo del camino tiene algo que ofrecer.

Jamás pierdas de vista que la vida es dura y nos trata con crueldad, pero cuanto más amor y más alegría derroches, más te devolverá la vida.

Te mando desde aquí mucho ánimo estés donde estés.

10:34 a. m.  
Blogger Logan said...

Tengo miedo de demasiadas pocas cosas, pero las cosas que me dan miedo, me aterran.

Una pareja es cosa de dos como bien dices...

3:16 p. m.  

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