martes, noviembre 21, 2006

Las oportunidades hay que atraparlas




El Almuerzo de los Remeros, de Pierre Aguste Renoir.
No sé por qué pero me gusta este cuadro.
Lo más difícil de plasmar son las miradas, sí, sobre todo cuando las miradas no son claras ni sinceras. Ocurre algo parecido en la vida real, las miradas que no son limpias, no son sinceras son las más difíciles de captar.
En el centro, se encuentra una chica que es diferente a los demás, está como ausente. Es la chica del vaso de agua...parece que está esperando a que ocurra algo...las oportunidades hay que ataparlas de prisa, sin dudar, porque normalmente, las buenas, no se presentan dos veces.

2 Comments:

Blogger Logan said...

A veces es difícil saber cuáles son las buenas oportunidades.

A veces es difícil saber que algo es una oportunidad.

A veces...

La vida es una tremenda oportunidad de que nos equivoquemos y aprendamos, una tremenda oportunidad para que nos arriesguemos y vivamos. Jamás sabremos si hemos elegido bien o mal porque jamás sabremos qué habría sucedido con las otras opciones.

Siempre nos equivocamos al elegir... porque siempre acertamos al elegir.

Un beso

12:41 p. m.  
Blogger Venus said...

Sí que es complicado pero las buenas sólo se presenta una única vez, no reiteran, no vuelven. En todo caso volverían las que no son auténticas, las que no son claras,las no sinceras,las que tienen miradas difíciles de plasmar sobre un lienzo...hay que ser valiente y no dejar escapar lo que uno quiere. Yo a la mía no la dejo escapar, por nada del mundo.

1:32 p. m.  

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